sábado, 22 de mayo de 2010

Intervención de cajasur


Hoy el Banco de España ha intervenido la segunda Caja desde la crisis.

Casualmente gestionada tambien por otro grupo de poder y bajo criterios ideológicos. La primera CCM bajo el poder directo del PSOE castllananchego y esta segunda bajo las directrices de la iglesia, los dos criterios de alta calidad empresarial.

En el fondo el resultado es el mismo, los impositores y usuarios de las dos cajas creyendo a pies juntillas que participan de un proyecto de obra social cuando sus directivos se dedican a utilizar sus ahorros para favorecer a sus respectivos grupos de presión y amistades.

CCM estaba regentada por una camarilla del partido cuyo único mérito es tener el carnet correspondiente.
CAJASUR estaba gobernada por una serie de individuos, algunos sin estudios en economía pero todos con alzacuellos, otro gran criterio de éxito.

Lo más lamentable de todo es que no son ni mucho menos las únicas cajas, sino que es la abrumante mayoría de cajas las que están gobernadas por este criterio, con la complacencia y el silencio de todos nosotros, los ciudadanos.

Las primeras noticias hablan de la oposición de los sindicatos ante la posible perdidas de puestos de trabajo. Seamos serios, una operaracion tan crucial para el futuro de la entidad no se condiciona por un solo sindicato. Pero nos dan esta simple explicación y todos los medios al unisono lo repiten y aceptan.

Dado que son los sindicatos el primer escollo a La fusión, sorprenden que en el consejo solo tengan un voto, de hecho el consejo esta compuesto por 19 personas, por lo que el voto del representante sindical seria irrelevante.
El resultado de la votación fue 11 contra 8. A los 6 consejeros de la iglesia se unió el voto sindical y los cuatro correspondientes a los impositores... La verdadera trampa del sistema.

La figura del impositor esta viciada y corrompida, es el peón que utilizan las corporaciones para incluir en el consejo a mas afines bajo la figura del impositor y lo único que defienden es la posición de los que les nombran olvidando a los usuarios, que deberían ser los auténticos dueños de las cajas. Y pobre del voluntario ciudadano que quiera participar y votar, ya se han encargado vía reglamento de elección de imposibilitarselo.

Todo esto es solo la punta del iceberg, debajo esta el trafico de influencias respaldado por el cheque en blanco de la obra social, obligación legal que sirve para un marketing de engaños y medias verdades con el que se financian el pago de favores y se ensanchan las redes clientelares.


Que gran alegría... Otra constatación mas de la podredumbre del sistema en el que estamos.